lunes, 6 de junio de 2011

TIMBA




Toca Jotas, pienso mientras repaso mentalmente mis opciones. Sin dejar de ojear una y otra vez mis cartas. Pese a los testigos que nos rodean expectantes. Solo estamos los dos, frente a frente.
No entiendo cómo ha podido tener tanta suerte en las manos anteriores. Prácticamente nos ha barrido a todos. A todos menos a mí, aunque me está costando mucho seguir su ritmo.
Tras los descartes suspiró aliviado, escalera de color. Difícilmente podrá superar eso. He apostado al límite, pero añado mía alianza, valorada por sus ayudantes en cinco mil euros.
Poco más me queda para apostar, ciertamente debo mucho dinero ya. Así que decidido, hago un gesto a uno de sus testigos que viene diligente. Acerca su oído a mí, y tapándolo con mis manos, añado una última cosa al lote, confiado por lo buenas de mis cartas.
El testigo se acerca al gordo. Tras un instante de reflexión, aquel miserable seboso acepta.
Hora de mostrar las cartas, escalera de color contra…., una ¡Escalera real!
Ahora el gordo ríe mientras da un sorbo a su Whisky.
-¡Venga esa sortija!, y en mi habitación espero a tu mujer, voy a asearme.