sábado, 16 de octubre de 2010
LA ANTESALA
Algunos lloran, otros miran con desesperación tratando de encontrar inútilmente una salida, un despertar a una profunda pesadilla, retorcidos en escorzos imposibles.
Tan grande como la confusión que reina, es aquel pasillo oscuro donde tenues brillos amarillentos y ocres se reflejan en unas caras abatidas por el sufrimiento.
Paro mis pasos de repente, me parece reconocer una cara entre aquel grupo de suplicantes. Me mira sin dejar ese quejumbroso llanto.
-¡Mama!- Exclamo sin saber si me he confundido de realidad. Hace tantos años que se fue, tenemos tantas cosas de que hablar. ¿Pero que hace aquí?, ¿Por qué no me responde?
-¿Dónde estamos mama?, ¿Qué hacemos aquí?- Pregunto ahora con desesperación.
Pero me mira inexpresiva, como si no me conociera. Solo atina a responderme:
-Cuando comprendas, tampoco dejaras de llorar.
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Caray!!, se nota que se acerca el 1 de noviembre y todos nos vamos poniendo en situación.
ResponderEliminarBuen texto, en su género, pero bueno
Estupendo Dani, estupendo este es de los mios
ResponderEliminarBuen ejercicio de imaginación y narrativa. No te cortes en publicar todo lo que se te ocurra. Estos cortos vienen muy bien para ir cogiendo práctica.
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