sábado, 7 de noviembre de 2009

DIFÍCIL RESOLUCIÓN.


El Sr. Juez miro de soslayo a las dos partes en litigio. Sin duda era el juicio más estrambótico en el que había participado jamás, pero ya se había acabado el plazo de alegaciones, así que no podía demorar más la resolución del caso.
Llevaba más de dos semanas dándole largas al expediente del juicio, que tan diligentemente le traían de la jefatura superior. Pero lo cierto era, que sabía que su veredicto, y el propio juicio en sí, iba a dar mucho que hablar.
Fijó su mirada al techo de la sala, atento al runrún que flotaba en el ambiente como si el humo de una gran fogata se hubiera adueñado de la sala. La duración del mismo, y el silencio que se diera cuando exigiera atención, serian claros indicadores de la expectación que daría su veredicto.
Por fin, decidió Levantar su mano, exigiendo atención a la expectante concurrencia, y comenzó su alocución.
-Debo condenar y condeno a la Srta. Dª Alfonsa Séptica, azafata de eventos, al pago de una indemnización de seis mil euros, al Sr. D. Juan Pobre Hombre, Ginecólogo de profesión, por los hechos acaecidos en la conferencia de ginecología impartida por el mismo del 20 del mes pasado.
Las protestas más airadas del abogado defensor, no se hicieron esperar. El juez sin embargo, guardó silencio, esperando que terminara su perorata, y las risas de toda la concurrencia.
Sin dudar ni un instante, respondió:
-No va a lugar la protesta. Y aunque me cuesta aplicarla, la sentencia es firme. Si bien, el trabajo de la Srta. Alfonsa, había sido impecable en la entrega de panfletos, es un hecho manifiesto y evidente, que la tremenda ventosidad efectuada por ella en el estrado al agacharse a coger uno de los panfletos caídos al suelo, arruinó la conferencia, al ser la sorna, la nota dominante de la misma. Incluso hubo que atender de urgencia a un miembro del público por un ataque de risa-.
Entonces la sonrojada Srta. Alfonsa levanto su mano y dijo:
-La culpa la tuvieron las castañas Señoría-

4 comentarios:

  1. Jajaja, no sé porqué pero esto me suena que te lo ha inspirado algún hecho real acontecido un día de estos. Y es que las castañas tienen castaña.

    Muy bueno Dani.

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  2. Relatos así son los que teníamos que desayunarnos todos los días, porque despejan el cerebro y nos abren los pulmones con la risa. Muy bueno Dani, danos más.

    José María

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  3. Que sepas que mi madre ha comprado castañas hoy en los gitanos...¿tu no decías que querías ver la versión cinematográfica de tu relato?.

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me encanta que me orienten. Tu opinión es muy valida para mi.