viernes, 28 de septiembre de 2012

ESO ME PASA POR ENTREMETIA.

ESO ME PASA POR ENTREMETÍA.






Exuberancia, que así se llama ella, lanzaba rayos por la boca, mientras entornaba amenazante, unos ojos bilbaínos, tan seguros de cumplir sus amenazas como capaces. Tampoco bajaba mansamente el torrente sanguíneo de una vena que serpentea por su cuello, gorda como una soga.

-¡Será desgraciada la tía!, ¡le voy a dar dos guantazos que va a aprovechar hasta el ruido!, ¿Qué te parece que me dijo la guarra?-Pregunta a un Rogelio al que por habitualidad, en su ánimo no influye el aumento exagerado de volumen que Exuberancia imprime a sus frases.

-No te enfades, lo que pasa es que te lo tomas todo muy a pecho.

Y Exuberancia tuvo que usar sus manos poderosas para apartar las de un Rogelio que lanzaba unos “tentones” demasiado demostrativos de lo literal de la frase.

-¡Que te estés quieto coño! ¡No se para que te cuento nada!

-Pues eso, va y me “diseee”….-Y es que si no lo cuenta revienta, así que adopta ese tonillo de finura que quiere imprimir un deje pamplinoso en la parte contraria.

-¡No solo te pareces a tu madre, sino que eres más fea que tu padre! ¿Qué te parece?

Rogelio ni se inmuta, y sigue mirándola indiferente aun a sabiendas de que no tiene más remedio que aguantar su retahíla. O quizás sopesando lo cierto de la afirmación de la vecina.

-¿y tú que le dijiste?-Le pregunta antes de que se dé cuenta de esto último.

-¡OOCHHHH!-Como ocho, pero sin la o final.- ¡No me “tientes” a la familia, “so” asquerosa!

Y siguió punto por punto, coma por coma contando todo lo que le dijo y todo lo que le hizo, agotando mentalmente a un Rogelio que cuando exuberancia se pone de ese plan suele irse antes al trabajo.

-Eso te pasa por estar todo el día metida en la casa de la gente, te he dicho mil veces que cada uno en su casa y Dios en la de todos, gorda.

-¿Eso me vas a decir?, ¡Anda, vete ya a trabajar! ¡Y no me digas más gorda, Carajote!

Ya se enfado del todo, y Rogelio se marcha circunspecto aunque raudo para no empeorar un genio que no va a mejorar.

-Acuérdate de comprar el “mantecao” de chocolate ese tan bueno en el Día-Le dice en última instancia, perro viejo en lo que a estados de ánimo de su amada se trata, y en como aplacarla.

-Vale cariño-Le dice solicita.-Voy a tomarme el café “ancá” la Pepi y después voy. Me tengo que “explayar”.

4 comentarios:

  1. Es una sorpresa, me gusta mucho. Desde aquí (hoyo de pinares) te animo a que escribas más relatos de cachondeo

    ResponderEliminar
  2. Como la vida misma. Me vienen a la mente más de una Exuberancia y más de dos Rogelios.
    Qué bueno que vuelvas a tener tiempo e inspiración para nosotros.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Se te dan muy bien los textos cómicos-costumbristas, yo lo he leído y te lo he oído, y puedo decir que me gusta mucho. Que Gasioso ere hijo.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno, y como la vida misma. Y para colmo le he encontrado hasta una metáfora constructiva: las aguas vuelven a su cauce tan mansamente como se derrite un mantecao de chocolate.

    ResponderEliminar

me encanta que me orienten. Tu opinión es muy valida para mi.