domingo, 19 de diciembre de 2010

EL INVIERNO DEL CORAZÓN


CAPITULO 38: FUERTE IMPRESIÓN.

Ciertamente, entre por aquella puerta arrepentido de haber sucumbido a la insistente cantinela de aquella chica. Estaba claro que no merecía ni agua, no solo me había insultado a grito pelado, si no que me resultaba de lo más ordinaria.
Al entrar, un poco a mi pesar, me vi en la obligación de retirarle el abrigo que cubría unos brazos que habían desnudado un traje de fiesta verde intenso, y que mostraban un escote y un juego de caderas que debo resaltar.
Lo dejé en el guarda-ropa, y juntos nos acercamos a un rincón de una barra con una decoración excesivamente navideña para mi gusto.
Tras pensarme mucho lo que quería beber, puesto que no me apetecía nada, decidí que era momento de evitar que aquello pareciera un secuestro, y borrar en la medida de lo posible, aquella apariencia de esquivo un poco ridícula. Además, porque aquella chica en todo momento trataba de agradarme, no se parecía en nada a aquella fiera de la despedida de soltera.
-Por cierto, me llamo Cristina-Dijo sonriendo después de haber reiterado su agradecimiento por la ayuda que le había prestado.
-No hay de que- Le respondí sin saber muy bien que añadir. Si ella hubiera imaginado las ganas de estrangularla que tenía cuando salto por la vía de tarifa con aquellos chicos, no estaría tan agradecida.
-Se que metí la pata aquella noche- Continúo con voz grave.-Mi hermana me contó que estabais siendo muy simpáticos con ella. De verdad, que os estuve buscando luego para disculparme, pero no os encontré.
Ahora comenzaba a gustarme la conversación. Mi orgullo se sentía más reparado que incluso cuando la mandé “al carajo” en el gimnasio.
-Se que algunas veces me dejo dominar por el genio, y así me va…- Continúo. Ahora si quise clavar mis ojos en ella, buscando regodearme en una tonta venganza. En realidad, tan tonta como absurda.-Entendí perfectamente tu reacción en el gimnasio, me lo merecía. Lo siento.
-Casi estropeaste aquella noche-Continué solemnemente, pero me quedé sin palabras cuando de aquellos brillantes ojos marinos comenzaron a resbalar unas pequeñas pero rápidas gotas que cayeron mejillas abajo mientras agachaba su cabeza.
-Oye, que no es para tanto- Le dije levantando levemente su cabeza.-Todo esto es una tontería, ya está todo aclarado y no hay nada que perdonar-Continué cortando el paso a una de esas lágrimas que resbalaban tibias por aquella carita triste.
Ahora el que me sentía mal era yo por haber llevado en extremo el enfado. Así que la ayudé a sentarse en un taburete alto y con la promesa de ambos de no hablar más del asunto, seguimos bebiendo y charlando de todo lo que se nos ocurría.
Esos rizos dorados me parecieron los de la hermana, aunque de distinto color. Quizás la veía más guapa. No sé porqué, pero ahora que comenzaba a conocerla, percibí una amabilidad en sus facciones, y bastante sencillez en sus palabras.
Lástima que nos dejemos a veces llevar por los malentendidos. Incluso me extrañó cuando me aseguro que no tenía novio. Quizás un par de horas antes no me hubiera ocurrido.
El ambiente no podía ser más sosegado, parejas y grupos de parejas se relacionaban sin estridencias, solo charlando y algunos bailando en sus rincones.
Se pasaron las horas volando y en vista de que mi noche de año nuevo habría acabado mucho antes, me sentí feliz por el logro de empezar haciendo algo nuevo, imprevisto, y en vista de cómo pudo acabar la defensa de la dama en apuros, arriesgado.
Cristina confesó, que quizás había confundido un poco el lugar donde sus amigas la esperaban, y que en vez de solucionarlo, se ofuscó en uno de sus terribles accesos de rabia, y echó a andar sin pensar en nada más que en” echarles mano al pescuezo”.
Todo aquello me pareció, quizás un giro del destino, que nos sacaba de nuestras dimensiones y nos unía en otra totalmente distinta.
Ya empezaba a estar un poco animado por el alcohol, me sentía muy bien con aquella bella neo-conocida, y encantado con la situación, cuando decidí aliviar la vejiga.
Baje del taburete con sumo cuidado, pues no quería empezar el año teatralmente, con una caída, y es que el condenado era bastante alto.
Una vez coordinados unos pasos tras otros, todo fue caminar seguro hasta el servicio que estaba al fondo del local, por un camino visible pero no marcado que se abría frente a mí.
De repente, todo se paró en una pausa de video VHS, con vetas de colores superpuestos como si el mencionado, tuviera solo un cabezal en vez de cuatro.
Unos cuantos metros frente a mí, con una bebida en la mano y un traje de fiesta color morado brillante que conocía muy bien y zapatos de tacón negro estaba Susana. Quieta, tan sorprendida por la situación como yo. Con un gesto triste en la cara y un aire de no saber qué hacer los próximos segundos.
Pese a ser solo unos instantes, en mi mente se agolparon los sentimientos. Las situaciones y las emociones. Me encontré en un punto en que no sabía si echar a correr o ir a felicitarle el año nuevo como si nada hubiera pasado.
Pero opté por lo primero, puesto que dos lágrimas me borraron su visión, reduciéndola a una silueta frente a mí.
Torcí hacia la puerta del local, dejándolo todo abandonado, perdiendo de nuevo el orgullo y huyendo hacia la cárcel, tal y como haría un preso absurdo.
Corrí hasta la casa, dándome los golpes que quizás me iban a dar aquellos macarras de antes y llorando como un niño. De nuevo perdido como el día de un año que paso.

5 comentarios:

  1. Ese giro final me parece muy acertado, ya estaba la historia poniendose demasiado ñoña. Ahora se abren otras puertas que a ver cómo encajas.
    Daba la impresión que Manuel ya había superado lo de Susana, pero, claro, hasta ahora nunca se había enfrentado a ella cara a cara; y quizás sea eso lo que le falte para poder cerrar de una vez ese capítulo de su vida.
    Un saludo y felices comilonas.

    ResponderEliminar
  2. Me uno a lo comentado por Pedro, porque ya empezaba a parecerme repetitivas las aventuras de Manuel. Sorpréndenos en próximos capítulos.
    Felices fiestas!!!

    ResponderEliminar
  3. don dani, paso para desearte felices fiestas... no lo he leído, pero tengo una cuenta pendiente con tu blog jajaja... esa foto mola y esto promete, y mucho!!!

    ResponderEliminar
  4. Usted ha sido considerado usuario sospechosp por el OVNI El blog de uno de sus compañeros ya ha caído. Visítenos.

    ResponderEliminar

me encanta que me orienten. Tu opinión es muy valida para mi.