domingo, 1 de mayo de 2011

MORIR DE AMOR




Ella sabrá lo que hace, pensé mientras me acurrucaba en mi escondite. Seguí con atención su rígido cortejo, su acercamiento meticuloso, su afán por llamar quedamente la atención del macho.
No había caricias, apenas preámbulo, solo un frenesí que fue a desembocar en una copula furiosa, un derroche de pasión que yo veía fascinado, puede que incluso excitado. Pero entonces ella sin detener la pasión del acto, efectuando un asombroso movimiento, cortaba de un rápido tajo la cabeza de él.
-¡Dios mío!-Exclamé. ¿Qué hace esa loca?
Su cara seguía inexpresiva, mientras que el iba perdiendo paulatinamente el brillo de sus ojos, aunque impertérrito en su danza hacia el interior de ella.
Ahora mordía sin piedad la cabeza de su amado. Eso sí que es morir de amor.

3 comentarios:

  1. Buena interpretacion de el apareaminto de las mantis religiosas

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  2. Bueno es hasta comerse el amor. Yo creo que el adjetivo de "religiosas" viene de este rito que forma parte de una ceremonia que solo cabe en el mundo de la religión, algo parecido a los sacrificios humanos que se elevaban a los dioses antiguos.

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  3. Igual resulta que son seres muy evolucionados y es hacia eso hacia lo que tendemos... no, no, mejor pensar que no, ¿verdad?
    Buen ejercicio.

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me encanta que me orienten. Tu opinión es muy valida para mi.